03 septiembre 2008

Nuevos vecinos...

A veces, de tan llenas que están nuestras mentes con preocupaciones,
no advertimos ni siquiera, lo que está nuestro alrededor.
A veces no nos damos cuenta ni de quien está a nuestro lado.
Y así me pasó, esta vez, a mí…

No había advertido que tenía vecinos nuevos…
Les había visto pasar, sí,
bulliciosos y a la carrera, más de una vez.
También en mi patio los sorprendí más de alguna tarde de fin de semana,
cuando el sol ya empezaba a caer,
o temprano en la mañana,
algún domingo (nunca nos levantamos tarde).

Por eso, fue una sorpresa darme cuenta,
un día que salí a ejercitar mi pierna lastimada,
que vivían a la vuelta de la esquina,
y que, además, tenían una crecida familia…

Me alegró la vida
el ver los ajetreos de esa madre,
por alimentar a sus hijos,
apreciar el ingenio del padre,
que tan bien solucionó la escasez de viviendas,
y los divertidos ejercicios de los hijos
practicando las enseñanzas de sus mayores…

Una sorpresa agradable, desde luego,
pues de este tipo de vecinos
tenemos muy pocos,
y quisiera tener muchos más…



El vecino...

La vecina, en la casa que construyó su marido sobre los alambres de la TV cable.

Los retoños, practicando sus primeras lecciones de vuelo...

2 comentarios:

  1. ¡¡Qué maravillosos vecinos tiene!!!
    y que trabajadores...

    Me alegro que esa comunidad siga viento en popa!!! ajajjaaaa

    Muchos saludos candorosos para usté y su familia!!!

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  2. Hay que tratarlos muy bien durante su estancia... ¡Esos vecinos son maravillosos!

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Sólo dilo, no te cortes...