06 noviembre 2011

Damn english!


Sí, el maldito inglés, como dice Cristina.

En nuestro país (o en la mayor parte de él) llega a ser desagradable esa tendencia a usar el inglés para todo, sin que -al mismo tiempo- haya una legítima preocupación por entender ese idioma.

Y así es que llamamos stickers a lo que deberíamos llamar autoadhesivos (no existe el término pegatina en este país), mall a los centros comerciales y notebook a los computadores portátiles.

Este afán por "norteamericanizarse" es tanto, que los padres ponen cada nombre a sus hijos, que da susto, existiendo hoy por hoy una docena de formas de escribir el nombre Michael, incluyéndose entre ellas Mykel y Maycol, porque quieren ponerles nombres ingleses, pero no se preocupan ni siquiera de verificar que esté escrito correctamente...

En el comercio -principal promotor de esta manía, podemos encontrar un sinúmero de Pubs, Shopping centers, Malls, Outlets y una serie de palabras que ni sé que significan. El extremo de esto es que aún los típicos almacenes de la esquina -de toda la vida- están también perdiendo el nombre. Ahora los llaman "Mini market". Y no me refiero a que alguien quiera llamar así a su almacén, no, me refiero a que existe en este país la patente comercial de Minimarket...


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2 comentarios:

  1. Esa costumbre también ha cruzado el océano y está haciendo estragos por aquí.

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  2. Pues sí pseudo... el otro día me preguntaba yo que leches sería realmente un lounge, me da la impresión de que es un palabro que le ponen a continuación a otra palabra para que parezca guay, y vale.

    Oye, lo del minimarket no me gusta, pero qué te parecería que te pusieran un Badulake con Apu incluido?? :D

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Sólo dilo, no te cortes...