21 noviembre 2011

De hombros dañados y enfermedades traidoras


Para responder a Neko, y -obviamente- para ilustración de cualquier otra persona que tenga curiosidad al respecto, haré un breve resumen de mi situación física/médica actual.

Padezco, desde siempre (porque es hereditaria), una enfermedad que produce procesos inflamatorios en todas y cualquiera de las articulaciones del cuerpo. Esto es, un mes puede afectarme el cuello (tal vez el lugar más afectado a estas alturas), otro las rodillas y al siguiente los dedos. Incluso, y aunque no es una articulación, los ojos, y me paso unos cuantos días viendo a medias. Estas sucesivas y continuas inflamaciones, con el paso de los años, van produciendo un deterioro de los tejidos, de modo que pueden ocurrir accidentes como el que tuve el año pasado, con los tendones del hombro izquierdo, que ni con la cirugía pudieron repararse, y como el que hoy me afecta, con la rotura total del supraespinoso del hombro derecho (el principal tendón de esa articulación).

Si vivo lo suficiente, ese deterioro de los tejidos llevará a que las articulaciones se vuelvan completamente rígidas, y ya no funcionen, cosa que pude apreciar en mi padre por años (y razón por la que no tengo interés alguno en vivir lo suficiente).

Si alguien pregunta (que siempre surge esa pregunta), si acaso no existe un tratamiento para esto, pues claro que existe. Y de hecho yo probé uno, bastante bueno y que me hizo mucho bien. La "gracia" de ese medicamento es que su efecto no es permanente, y tendría que pagar un tercio de mi sueldo cada mes, por el resto de mi vida, cosa que no puedo hacer. El tratamiento habitual es tomar antiinflamatorios, para reducir los problemas y el dolor -que no es menor, por cierto-, pero esto también tiene sus consecuencias, ya que tomar continuamente ese tipo de medicamentos te destruye el estómago, como prueban las gastritis y úlceras que se me producen cada tanto, y que el año pasado me tuvieron a dieta "blanca" casi tres meses. En resumen, tomo antiinflamatorios cuando ya no aguanto el dolor (que a estas alturas ya me he acostumbrado a soportar bastante) y tomo corticoides cuando la cosa pasa a mayores y no me deja moverme, o ver.

Es una enfermedad traidora y solapada, pues nunca sabes cuándo te va  atacar, y cuándo te dejará tranquilo por un par de semanas, de modo que a veces te  olvidas de ella, y no la recuerdas sino cuando quieres tumbarte sobre unos roqueríos para mejor fotografiar una garuma, o más aún, cuando -después de haberlo hecho- pretendes ponerte en pié de nuevo.

La conocía -mi enfermedad- de toda la vida, y ya estaba acostumbrado a ella. Lo que no me esperaba era que tuviera consecuencias como las de mis hombros, que podrían dejarme hasta sin trabajo, por no decir lo inútil que se siente uno cuando no puede llevar ni siquiera las bolsas de la compra.

De acuerdo con mi médico, voy a operarme el hombro derecho en un par de meses (una vez que haya cerrado el año en el trabajo), pero sólo porque es preferible hacerlo y esperar lo mejor, que no haberlo intentado en absoluto.

Y eso, así van las cosas.

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8 comentarios:

  1. Lo tuyo es Artritis Reumatoidea?
    No se si es real tu relato...
    Suerte en todo.
    Besitos de Arte.

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  2. me cag..... tengo que dejar de ser tan cotilla. Lo siento, qué mas puedo decir!
    Espero que al menos eso te sirva para saborear la vida mucho mas que la gran mayoría de la gente.

    Por cierto, no sabía que habías perdido el trabajo... espero que vengan tiempos mejores.

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  3. Neko, no leas tan rápido... que no he perdido el trabajo. Aún me soportan.
    Y no lo sientas, porque sabía desde los 17 (cuando tuve que dejar la universidad por ella) que tenía esta enfermedad, así es que es parte de mi vida y de mí.

    ArtedeAmar, siempre es real lo que digo, salvo que lo advierta antes. Y no es artritis, que sería más fácil de llevar (disculpa si no doy más detalles, pero creo con eso es suficiente).

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  4. Qué perra es la vida a veces. En fin, solo queda no pensar en ello -si es que es posible- o pensar en las cosas buenas que tienes en la vida, como tu familia y tu trabajo.

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  5. Soy parapléjica, sé lo que es que tus ideas vayan por un lado y las de tu cuerpo por otro. De hecho mi cabeza es de Cayo Lara y mi cuerpo de Rajoy :-) Irreconcilables. Sé lo que es tomar pastillas hasta que el aliento, el sudor, la vida te huelan a farmacia. Sé lo que es formular una pregunta al universo, cansina, imperecedera, una y otra vez, como un mantra, aunque sabes que nadie va a contestarla.

    Sé de lo que hablas. Un abrazo y todo el ánimo que soy capaz de enviarte desde otra esquina de éste, tu mismo barco.

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  6. bueno, pue me alegro de que podrías perder el trabajo por ello pero no lo hayas hecho... a veces se lee muy rápido, y otras las interpretaciones son confusas.

    Y a pesar de llevar una carga encima durante practicamente toda la vida, es una lástima que alguien tenga que pasar por algo así.

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Sólo dilo, no te cortes...