07 diciembre 2013

¿Valiente o cobarde?

Hay quien ha dicho
que es una cobarde.
Hay quien ha dicho
que hay que ser muy valiente.
Hay quien ha dicho
que es una irresponsable.
Hay quien ha dicho
que yo no debería permitírselo.
Hay quien ha dicho
que el irresponsable soy yo.
Hay quien ha dicho (un imbécil, por cierto)
que bastaría un buen golpe para hacerla entrar en razón.

Pueden decirse muchas cosas,
obviamente,
pero nadie puede arrogarse el tener la razón.
Nadie tiene ese derecho.

Si mi negrita ha decidido no seguir
adelante con la quimioterapia,
y mantenerse así, hasta el final,
(llegue cuando llegue, tarde cuanto tarde)
nadie tiene derecho a opinar.
Ni yo.

¿Qué derecho tengo a decirle nada?

Hicimos un contrato legal,
y otro en el amor,
que nos comprometen a estar juntos de por vida,
y a querernos durante todo ese tiempo.
Pero en ninguna parte de esos dos contratos dice
que tengo derecho a decidir por ella.

Nunca he olvidado que, cuando le pedí que nos casáramos, ella tenía dudas.
Y que, al preguntarle por qué dudaba, ella me dijo que no quería perder su libertad, y temía que, una vez casados, ya no la tendría.
En ese momento, yo le prometí que, aunque fuese mi mujer, ella podría hacer lo que quisiera, e ir donde quisiera, y que nunca la obligaría  a nada.
Y ella creyó en mi palabra y aceptó unir su vida a la mía.

He cumplido esa promesa durante estos casi 25 años juntos
(los cumplimos en enero).
Y no será un cáncer lo que me obligue a incumplirla.

Ella es libre de hacer lo que quiera hacer,
y no serán las opiniones de otras personas
-ya sea que la quieran o no- las que cambien eso.

No se si es cobarde,
irresponsable,
valiente
o simplemente inconsciente.
No se,
ni me importa.

Es lo que ella ha decidido y,
como siempre,
estaré con ella.
Hasta cumplirse el plazo establecido en nuestro contrato.
Y aún después.

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1 comentario:

Sólo dilo, no te cortes...