03 enero 2014

De amarillo en año nuevo




Faltan un par de horas para el año nuevo
Por la poco concurrida calle,
una mujer se acerca.
Viste de negro, un negro profundo,
sólo un poco, muy poco,
más oscuro que su piel.
La oscura tela, orlada de dorado,
se ciñe a su cuerpo,
marcando cada una de sus arriesgadas,
peligrosas, rotundas curvas,
se abraza a sus cimbreantes caderas,
y mantiene con ellas una lucha incansable.

La mujer se ve muy bien, muy,
¿quién osaría decir otra cosa?
Mas, su vestido es tan corto,
y tan ceñido, que
entre lo que las piernas suben
y las manos bajan,
cualquiera puede ver que ella
es de las que cree, decididamente,
en la magia del color amarillo
en las noches de año nuevo...



(Nunca he entendido ese afán de ponerse faldas tan cortas,
 y tan ajustadas, que luego tienen que bajárselas con ambas manos, cada 5 pasos.  
Cosa de mujeres, supongo...)

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1 comentario:

Sólo dilo, no te cortes...