15 marzo 2014

¿Qué te has creído?



Fuí un día de compras, a la feria, por algunas verduras que necesitábamos,y fruta para mi Negrita. Como pocas veces ocurre, fui solo.
Y estando allí, me encontré con un compañero de trabajo, que acompañado de su mujer, andaba en los mismos menesteres.

Lo saludé, como suele hacerse entre hombres en tales circunstancias, con la frase acostumbrada:

- Eh, ¿te trajeron a comprar?

- Sí, me contestó (mientras su esposa escogía unas verduras, sin dejar de escuchar).
- Igual que a tí -agregó-.

- ¿Cómo? le dije, molesto.

(Y, levantando la voz, agregué:)
¿Qué te crees?
¿Que yo soy como tú?
¿Que a mí me llevan y me traen, como a tí?
¿Acaso no ves que ando solo?

[Las personas cercanas miraron hacia mí, y la esposa de él se volvió a verme]

- Para que sepas -le dije- a mí nadie me manda a comprar.
- A mi nadie me dice lo que tengo que hacer.
- A mí nadie me dá órdenes...

[Y, suavizando la voz, agregué:]

- A mí, después de 25 años de casado, nadie me manda, ya tengo bien claras mis obligaciones, así es que los fines de semana tomo las bolsas, la lista del mercado y me vengo solito a comprar, no tienen que mandarme...

[Sólo después de unos segundos los oyentes reaccionaron, y se rieron de buena gana...]

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1 comentario:

Sólo dilo, no te cortes...