02 marzo 2015

Vueltas...

La vida tiene muchas vueltas (dicen)
y lo que un dia estaba arriba
al siguiente estará abajo,
lo que ayer fue blanco hoy será negro,
y lo que parecía el destino no es más que una ilusión...

Mi negrita está bien,
tan bien como estaba aquel día -hace 18 meses-
en que nos dijeron que moriría.

Ha desmejorado su ánimo, un tanto,
y se me deprime a ratos,
más no por ella, no por su situación,
sino por los problemas de los demás,
que no puede resolver.

Lo que necesita -lo que necesitamos-
es tranquilidad,
no escuchar de problemas ajenos,
olvidarnos que existen madres,
hermanas, sobrinos, cuñados o cuñadas.
Necesitamos ser sólo nosotros,
pero para ella eso es imposible.

De modo que aunque está bien,
y puede desenvolverse sola,
la depresión suele acecharla
detrás de cualquier cosa cotidiana,
y se ha vuelto -ha tornado a ser- dependiente de mí.

Y yo,
bueno, a veces quisiera tener a alguien
en quien apoyarme,
quisiera ser dependiente de alguien.
He dado pasos equivocados en ese sentido,
y lo he pagado con tristeza y amargura.
Como si no tuviese suficiente de eso.

Con todo, lo que más me duele
es no poder ya ser -para ella- todo lo que necesita.
No tengo ya la paciencia que antes tenía,
no le muestro el cariño de otrora,
y no porque no lo sienta,
o porque no la quiera,
sino porque todo me sobrepasa
y ya no me alcanzan las fuerzas.

Nunca dejaré de ser su principe azul,
nunca,
aunque -ciertamente-
ese azul sea ahora mucho más oscuro...
 .

1 comentario:

Sólo dilo, no te cortes...