27 agosto 2009

Just a man, after all...


A veces, tiene uno la peregrina idea
de que es un poco mejor que los demás.
A veces, se pregunta uno cómo pueden
algunas personas creer en historias
tales como el cuento del tío, y dejarse estafar...

A veces piensa uno que es superior
a aquellos que mandan SMS
pidiendo tonterías para su celular...

A veces, recibimos una lección,
que nos muestra cuán arrogantes podemos ser
al pensar de esa manera...

Ayer, mamá (una anciana de 84 que vive conmigo)
recibió una llamada de un supuesto policía
que le decía que un nieto suyo estaba detenido,
y necesitaba de su ayuda.
Asustada, ya que por su avanzada sordera poco entendió
lo que le decían, me pasó el teléfono a mí,
y no daré más detalles-por vergüenza-,
pero ya estaba yo saliendo de la casa
a hacer una recarga a un celular ajeno,
cuando mi esposa me detuvo.

Quise molestarme por su interrupción
en algo que para mí era un problema familiar,
-eso quería yo creer-
pero igual me detuvo,
y -más despierta que yo-
me hizo pensar en lo que estaba haciendo,
y en lo poco probable que era
que lo que me decían fuera cierto.
Luego, como una lápida,
me hizo ver que era una de las ya famosas
estafas telefónicas,
y que yo había caído como un tonto más...

Sólo puedo decir 2 cosas:

1.- Que no soy tan despierto como -en mi arrogancia- me creía

2.- Que fuí lo bastante despierto -hace unos cuantos años atrás-
como para saber elegir bien a la mujer con quien me casé...

(aunque siempre me cabe la duda -tan tonto no soy- de que fuese ella quien me eligió a mí...)

1 comentario:

  1. Los cuentos del tío y muchas estafas telefónicas están a la orden del día.

    Por tal, no hay que creer en nada que nos quieran vender por medio de los teléfonos NADA... ¡¡ni siquiera lo del secuestro del familiar!!

    Saludazos!

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Sólo dilo, no te cortes...