09 septiembre 2013

¿Alvin? Evil, diría yo...


Parece un tierno cachorrito, ¿no?
Un tierno, dulce e inocente cachorrito...

Pero, no lo crean,
"parece".
Sólo parece.

Cometí un error. Un severo error, el día en que entre Alvin y Teodoro, escogí a Alvin. [ver]

Caí en el muy común error de guiarme por su cara, por su aspecto, por su color más claro, que lo hacía parecer más tierno.

Ja, no esperó ni un día, una vez que ya estuvo en nuestro patio, para hacer destrozos a diestra y siniestra.
Ha asesinado 100 veces más plantas -en este mes y medio- que todas las que pudo romper nuestra perrita en los diez años que lleva con nosotros...

Nuestro patio, antes abierto al paso libre de nuestra regalona, que podía recorrerlo todo de arriba abajo, está ahora lleno de vallas, mallas y rejas, en un intento -a veces vano- de reaguardar nuestro jardín de la intrusa bestia que por él campea...

Pero, obvio, como todo delincuente juvenil, Alvin sabe que debe hacer para mantenerse a salvo.

Cada vez que mi Negrita sale al patio, ahí está él, haciéndole fiestas, jugando con ella, o -simplemente- echándose a su lado, con la cabeza reposando sobre sus pies...

Nadie diría en ese momento, al ver su cara inocente,  que es el mismo bicho que deja junto a la puerta, cada mañana, el cadáver de una nueva víctima vegetal...


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2 comentarios:

  1. Jajaja me parto con el delincuente juvenil xDDD De eso sé yo bastante, ¡sólo tienes que ver la cara de Ferny!

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  2. Hay que educarlos, son como los humanos, naturalmente malos.

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Sólo dilo, no te cortes...