29 abril 2016

Nada fue tan difícil...

Y bueno, me Negrita se mantiene siendo lo que siempre ha sido.
O sea, que lo que parecía tan difícil ya no lo es, y aunque todos pensábamos que el tener una bolsa en su costado sería -como le pasa a muchas personas- difícil de llevar, no fue así.
En tres semanas ya supo hacer todo lo necesario, incluso instalarla ella misma, y hacer los cambios que se requieren una vez a la semana.
Médicos, enfermeras y auxiliares se han sorprendido -agradablemente- que se haya amoldado tan bien y tan rápido a su nueva situación. Incluso, con mucho humor. Vaya que nos hemos reído a costa de su estoma. Si hasta parece estarse convirtiendo en un personaje, con vida propia.

Por lo demás, se diría que nada ha cambiado. Bueno, algo sí cambió después de la operación. Ahora, después de años, el cáncer ya ha dejado de estar encerrado dentro de un tumor, de extrañamente lento crecimiento. Con la cirugía, ahora se ha extendido a los ganglios linfáticos inferiores, y eso ha resultado ser bastante molesto y doloroso. Mi Negrita, como siempre, sigue sin querer tomar nada para los dolores. Así nomás, dice. Argumenta que no quiere medicamentos que la "atonten", quiere estar plenamente consciente de cada uno de los días que le restan.

Los médicos le han pedido un examen, bastante caro, que sólo se hace en la capital. Con ese examen se determina en qué lugares y que tan extendido está el cáncer.
Si el resultado dice que sigue estando restringido a su abdomen inferior, como ha hecho durante estos casi 9 años, entonces la operarán nuevamente, practicándole una exenteración pélvica. Una operación complicada y riesgosa, pero la única alternativa que resta para prolongarle la vida.
Si el examen dice que el cáncer se ha expandido a las regiones superiores del cuerpo (vía ganglios linfáticos), ya no habría nada más que hacer, porque no tendría sentido hacerla pasar por otra operación.

Está tranquila, la verdad. Tiene sólo dos preocupaciones: que nuestro hijo realice su práctica profesional, para que se titule, y que no quiere dejarme solo. Dice que yo no sabré cuidarme, y que no tendré a nadie que lo haga por mí.

¿La verdad? Yo ni siquiera pienso en seguir más allá.
Supongo que algún día tendré que hacerlo, pero hoy, hoy no viene al caso.
Hoy sigo disfrutando de tenerla conmigo.
Y ella de tenerme junto a sí.



:

2 comentarios:

  1. Di que sí, a problema por día y a disfrutar del momento.
    Suerte con la prueba.
    ¿El seguro médico no cubre todas las pruebas en tu país?

    ResponderEliminar
  2. Depende de muchas variables. Del seguro, de la enfermedad, de la edad...
    Asombrosamente, no sólo le han dado hora rápidamente, sino que también le han gestionado los pasajes aéreos. Aún no me lo creo...

    ResponderEliminar

Sólo dilo, no te cortes...