.
.
Siempre pensé
que para suicidarse hay que ser muy cobarde...
Siempre pensé
que para suicidarse dejando deudas y problemas a una familia,
hay que ser, además de muy cobarde,
un maldito miserable.
Esta tarde,
por mucho rato,
me sentí un cobarde,
y un maldito miserable...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sólo dilo, no te cortes...