04 mayo 2012

¿Me da su número, por favor?



Ésa -exactamente- fue la pregunta que escuché.
- ¿Me da su número, por favor?

Y al voltearme a mirar, ahí a mi lado, delante mío en la fila de la caja del supermercado, había un par de hermosos ojos que me miraban con una cándida expresión. 
Enmarcando esos ojos, un rostro descuidado pero lindo, y más abajo una joven mujer, vestida con un viejo top y unos ajados jeans...

- ¿Cómo? - fue lo único que salió de mis labios, mientras en mi cerebro las ideas intentaban abrirse paso, entre confusos pensamientos.

-Que si me puede decir su número...

- Mi número -pensé para mí- (mi número... ¡mi número de teléfono?? ¿cómo, por qué, de qué?)

Afortunadamente, antes de que alcanzara a decir alguna tontería, la joven, viendo mi confusión, me aclaró bajando los ojos y con voz algo avergonzada:

-Que si me puede dar su número de Cliente al pasar por la caja, para que me hagan los descuentos, que si no, no me va a alcanzar la plata*... 

Y entonces caí en lo que me estaba pidiendo. Mi número, por supuesto, para obtener los descuentos...

Le dije que sí, que estaba bien, y cuando pasó por la caja se lo dicté a la cajera, que nos miró ceñuda, pero lo ingresó sin decir nada.

Y allá se fue la joven, con sus cosas, su descuento y una sonrisa, y ahí me quedé yo, feliz de no haber alcanzado a preguntarle para que quería mi número de teléfono...  y es que ése es el único número que -ante la sorpresiva pregunta-  alcancé a creer que me pedía...



Y bueno, soñar no cuesta nada, ¿no?.


* (En Chile, al dinero se le llama plata en el habla cotidiana)

.

1 comentario:

  1. Jajajajajaja. Y tú pensando que estabas ligando!!

    Los españolitos sabemos que en Sudamérica decís 'plata' por las telenovelas...

    ResponderEliminar

Sólo dilo, no te cortes...