me encontré con una "ex".
Tengo muchas "ex", con las cuales encontrarme.
Me casé tarde, y empecé temprano a enamorarme,
de modo que no me faltó tiempo para juntar amores...
Temprano, desde los 7 años, cuando no sabía decidirme
entre la Yoici Carrasco
(dulce, suave, de carita redonda, adorable)
y la Isabel Pizarro (morena de largo y negro pelo
que me despreciaba, absolutamente,
como si fuese un bicho cualquiera).
Pero, bien, dejemos eso, que resulta ser muy otra historia.
El asunto es que ví a esta "ex", que a decir verdad es "ex-amor",
que no "ex-novia", ya que nunca llegué a convencerla.
(también me miraba como si fuese un bicho cualquiera).
La historia de mi vida: le encantaba a sus hermanas mayores,
pero a ella, nada.
La ví, mas ella no pareció reconocerme.
La ví, y me acordé de hace tantos años atrás,
cuando la esperaba a la salida del liceo
sólo por acompañarla hasta su casa.
Pese a los años, los "rollitos" más que evidentes en la cintura,
las arrugas bajo los ojos, todavía sentí "mariposas" dentro
al verla, al recordar lo que me hacía sentir,
cuando, con su uniforme escolar azul y su delantal en el brazo,
se acercaba a mí...
No sé, tal vez en verdad no me reconoció,
con esta barba de 4 o 5 semanas,
con esta cara triste que llevo ahora
y con tanta amargura en los ojos.
Pero, en fin, sirvió el verla
para sonreír al recordar esas cosas, esos tiempos,
y para tener presente que lo que se vá no vuelve,
y que no queda más que seguir caminando
hacia donde va el camino,
esto es,
hacia adelante...
Esta es una foto mía -así era por aquel tiempo-,
de cuando tenía la cabeza llena de sueños,
de cuando creía firmemente que no había mayor sufrimiento
que querer a una chiquilla a la que le eres totalmente indiferente...
[Resulta curioso que hoy,
después de tantos años, de tantos dolores, de tantas penas,
siga pensando lo mismo...]
.
pero eras delgadito como un tallarin!!
ResponderEliminargeneralmente nos gusta o nos enomaramos de los que no nos quieren ni voltear a ver y los que nos persiguen son a los que nosotros no les volteamos a ver!
Es la ley de Murphy..
Saludos,
Eso nos ha pasado a todos, créeme.
ResponderEliminarPues eras un tipo la mar de espigado y resultón. Ya no lo eres??, tanto has cambiado??
Saludotes.
Fuego: Que dice el tango que veinte años no es nada, pero treinta, caramba, algo son ¿no? (aún así, creo que todavía me defiendo...)
ResponderEliminar...mio: Ese Murphy... como le ponga las manos encima...
si, dan ganas de darle una patada cuando se te cae el pan con la mermelada pa´l piso! que no puede caer al reves y salvarse!!
ResponderEliminarun beso
Qué pasa con treinta?? son 10 más solamente. No estamos hablando de 70, ni 80, caramba...
ResponderEliminartu entrada no aparece!!
ResponderEliminarPero no se enoje...
ResponderEliminarSí, Fuego, lo sé...
Sé que no tengo ni cincuenta, pero lo malo es que mi cuerpo no lo sabe...