La señora del almacén de la esquina (que por cierto tiene unos añitos menos que yo), es una muy buena persona, que ayudó bastante a mi esposa en aquellos tiempos del cáncer y la quimioterapia, poniéndole inyecciones y cosas así, pero también dándole mucho ánimo.
Lo mismo hace conmigo ahora, cada vez que voy a comprar el pan o alguna otra cosa. Tiene siempre algo gracioso que decirme, para levantarme el ánimo, e incluso me reta cuando ando con las orejas caídas... recordándome que mucho peor que lo que yo estoy estuvo mi esposa, y sin embargo hoy está bien y más animada que yo.
(Obvio, cuando la deprimida es ella, que razones también tiene, me toca a mí hacerla sonreír)
Ayer, me dijo que me veía medio decaído, y que ella sabía lo que me hacía falta: terapia.
Y tengo la terapia precisa -continuó-, mañana mismo voy a su casa, y nos vamos a sentar los dos juntos a tejer...
Reí mucho con su ocurrencia entonces, pero hoy casi temí verla llegar con los ovillos de lana y los palillos bajo el brazo... porque de que es capaz de venir, es.
En todo caso, lo que no sabía ella es que yo ya estoy haciendo terapia en casa. Mi esposa (tan práctica siempre) me encontró algo que hacer para entretener las horas de ocio: una casita para niños, en la que puedan jugar nuestros sobrinos cuando vengan a casa...
Y en ésas estamos, haciendo terapia...
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mira que pericia!!
ResponderEliminarYo soy no mala, lo que le sigue en cosas manuales (bueno no en todo pero el no en todo no se puede mencionar en horario diurno).
Que te quede hermmosa, no dejes de mostrarnos la foto final y soy capaz de encargarte hasta chile una para mi pequeño.
Un beso.
Gracias, pero no puedo dejar de decir que mi media naranja ha hecho su aporte... que no es muy derecha para cortar, ni muy diestra para clavar, para empeño le sobra...
ResponderEliminar[además que haber conseguido hacerme trabajar, ya es mucho mérito... :) ]
Jo, eres un auténtico manitas. En serio, estar ocupado es algo fantástico para la mente, que relega otras cosas menos agradables a un segundo plano.
ResponderEliminarQue buena terapia, parece que va quedando muy bien.
ResponderEliminarSaludos
Je, sí, que es cierto que me gusta hacer cosas, y que también es cierto que va quedando bien, pero debo reconocer que a veces, si no tuviera a mi "capataz" al lado, me quedaría sin hacer nada...
ResponderEliminarSoy una firme defensora de la terapia de tener las manos entretenidas y no sabes cómo te lo van a agradecer tus sobrinos.
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