01 mayo 2012

Tradiciones.

Tuvimos la oportunidad hoy, en el marco de las actividades del FILZIC (feria del libro del Zicosur), de ver un pasacalles en el que participaban, además de unos bullangueros colombianos, un grupo de baile de Oruro (Bolivia), una Diablada con un centenar de años de tradición.



Hermoso. O al menos así nos parece a mi negrita y a mí, que apreciamos mucho todo lo que es folklore, y mucho más aún si es andino. Para ser honestos, con su música se nos mueven solos los pies, y si no fuésemos decididamente malos para bailar (al menos un servidor), probablemente ya habríamos aprendido todos los bailes bolivianos. 

Sin embargo, pese a lo llamativo de los trajes, y la habilidad de los bailarines, lo que más llamó la atención del público, la que "se robó la película", fue una pequeñita que -seguramente siguiendo la tradición familiar-  acompañaba en el baile a sus padres.


Con un calor apenas soportable para quienes vestíamos de ropa ligera y mangas cortas, sorprendía a todos lo confortable que ella se veía después de recorrer 10 cuadras de pasacalle al paso de los adultos... Sin considerar el hecho de que no usaba una máscara como la de sus padres, el traje era el mismo que el de los demás Jukumaris (osos).



.

2 comentarios:

  1. ¡¡¡Qué mona!!! A mí también me gustan esos bailes (de pequeña hice uno de ellos, que nos enseñó el padre de un compañero de colegio, que era boliviano), y los trajes tan llamativos son muy atractivos.

    ResponderEliminar
  2. Cómo me gusta el colorido.. y esa niña.. esa ha nacío con aguante..jajajajaja

    Besos

    ResponderEliminar

Sólo dilo, no te cortes...