18 septiembre 2010

A veces...


A veces
me sucede que advierto, sorpresivamente, que estoy solo.

Que junto a mí, en la mesa, no hay nadie.
Que he comido y bebido mi cena, solo.
Que las últimas palabras que dije en la última hora
fueron  a la chica del casino, que me servía.

A veces me sucede
que advierto repentinamente que estoy solo.

Y advierto
que no me siento solo.
Que no me hace falta tener a alguien junto a mí en la mesa.
Que no necesito hablar con alguien durante la cena.
Que la chica del casino ya fué suficiente compañía...

A veces me sucede
que advierto que no me importa estar solo,
y que,
quizá,
hasta lo prefiero...

A veces...

2 comentarios:

  1. a veces no es tan malo estar solo..

    ResponderEliminar
  2. No es malo, por cierto.

    Pero para que no lo sea, tiene que ser una soledad escogida por uno, no impuesta por otros. Ésa, generalmente, es la que duele.

    ResponderEliminar

Sólo dilo, no te cortes...