04 febrero 2011

Mi hijo


Hoy fue el cumpleaños de mi bebé.
Cumplió la nadería de veinte años.
Veinte años.

Es nuestro único hijo.
No porque lo decidiéramos de antemano, sino porque así se dieron las cosas.
Un parto difícil, una pre-eclampsia, una cesárea de urgencia, diez días de hospitalización de ambos, me dieron miedo. No quise arriesgar de nuevo la vida de mi negrita, ni de otro bebé, y decidí entonces no tener más hijos.
[Nunca he sabido que piensa de eso ella. Si le parece que cometí un error o no. O si le parece que fui injusto al no preguntarle su opinión.]
El caso es que nos quedamos con este único hijo, al que cuidamos tanto como a una niña bonita.

No es lo que su madre soñaba que fuera a esta edad.
No es  lo que yo esperé alguna vez que fuese mi hijo.
Tal vez si sea totalmente distinto a lo que pensamos algún día, cuando apenas si caminaba afirmado de los muebles, que sería nuestro niño.

Como padre, uno sueña con hacer muchas cosas con su hijo, cuando crezca, juntos.
Resultó ser al revés.
Puesto que no le dí hermanos, yo debí serlo, entre las tantas ausencias debidas al trabajo. 
("yo no tengo la culpa de no tener hermanos")
Yo fuí su amigo, quien jugaba con él, quien veía con él sus series preferidas.
Terminé conociendo cada uno de los Pókemon, viendo todos los capítulos de Dragon Ball, siendo el más viejo jugador de cartas de Mitos y Leyendas del país, y tan fan como él del animé y los mangas.

Sin embargo, me duele haberlo criado así, tan alejado de los demás, tan solo.
Me duele no haberme dado cuenta de que él necesitaba amigos de su edad, y no a mí.
Porque ahora es así, solitario, introvertido. Poco se le da el juntarse con gente de su edad, y es para nosotros  una secreta alegría cuando trae a alguien a casa.
Le dí todas las cosas que pude en su adolescencia, desde que tuve situación para hacerlo, quizá para compensarlo por lo que no le dimos cuando niño, por todas esa promesas que no cumplí. Aunque sabía que en el fondo no compensaba nada. 
Quisiera (quisiéramos), haber hecho las cosas de una forma diferente. Haber tomado otras decisiones. Haberlo criado de otra manera. 
Pero ya es tarde. Ya es como es, y nada puede cambiar eso.
No es que sea malo, en todo caso.
Nada de eso. 
Es una buena persona (y hay quienes me han felicitado por eso, por lo bueno que es mi hijo).
Es sólo que no es cálido. Ni afectuoso. Es frío y reservado.
No le gusta mostrar lo que siente, y parece siempre indiferente a todo.
Tal vez demasiado duro en su forma de pensar, de ver el mundo.
Sin tener fe en nada ni en nadie.


Cada vez que lo miro -y especialmente en días como hoy-, termino preguntándome qué de todo lo que hice estuvo mal...
O si acaso todo lo que hice...


.

9 comentarios:

  1. Tu hijo y yo nos parecemos un poco. No creo que sea lo mismo, lo sé, pero dejame decirte que no tenés que culparte de nada. Por supuesto es importante para los más chicos relacionarse con gente de su edad, pero también es grandioso que se pueda conectar así con su propio padre.
    Y así como yo me puedo identificar un poco con él, estoy segura que no soy la única. Hay varias personas que pueden ser sus amigos, sólo que tal vez también son así de introvertidos.

    ResponderEliminar
  2. Tengo una hermana melliza y cinco hermanos más..
    Todos recibimos la misma educación, tenemos los mismos padres y excepto uno, tenemos los mismos hermanos.
    Tengo hermanos introvertidos y extrovertidos, sin ir más lejos mi hermanas es 'hacia dentro' y yo soy 'hacia afuera'.
    Los hay optimistas y pesimistas.
    Y todo no fue por lo que hicieron mis padres, ni siquiera por tener hermanos o no tenerlos.. Quizás, los padres te educan y te hacen ser bueno, te dan unos valores y un cariño..
    Pero el fondo.. nuestro fondo.. nuestro ser profundo.. eso, quizás estaba ya ahí. El es bueno.. te felicitan por ellos, pues felicitate tú también porque eso es lo importante que luego cada uno es como es...
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Me sorprende que te lamentes de que tu hijo sea introvertido y solitario, la verdad... Sin ánimo de ofender, yo pensaba que también tú eras así. Por el título y el tono de tu blog imaginé en mi mente a alguien así. ¿Eres tú también así? ¿Quizás no le has transmitido otra forma de ver la vida?

    No pienses que tengo nada en contra de que tú veas lo que te rodea de una forma tan melancólica y triste. Cada uno ve las cosas como le da la gana. Sólo quiero expresar que quizás tu hijo sea un reflejo de ti. ¿O estoy muy equivocada?

    No conozco la situación, puede que me esté aventurando demasiado al opinar. Así que disculpa de antemano si te ofendo.

    Otra cosa que pienso es que igual su forma de ser se debe a la edad. Es muy joven y quizás se esté rebelando.

    ¿Ha estado alguna vez lejos de vosotros? Puede que necesite estar fuera, en un lugar en el que nadie le conozca y en el que pueda empezar de cero... Enviándole, por ejemplo, a un país de habla inglesa con la excusa de mejorar el idioma. O a una universidad lejana. O simplemente con un familiar que viva en un sitio alejado.

    ResponderEliminar
  4. ~Pili~ Creo que sí, que sus amigos son la mayoría "de los mismos"...

    Flor - Yo mismo soy de una familia de 7 hijos. Y aunque la mayoría nos parecemos, no todos somos iguales. Pero como casi todos son ya muy mayores, las cosas se ven de otra manera, y los que no son como el resto suelen decir "que si mi mamá esto", "que si mi papá aquello", y eso me hace pensar que uno tiene mucho que ver con lo que los hijos son, pese a lo que traigan como "equipamiento básico". Qué más quisiera uno que no sentirse responsable, y decirse a sí mismo: "fatalidad, que ha nacido así y yo no tuve nada que ver"...
    Pero si algo tengo que me amarga la vida (en general), es sentido de responsabilidad...

    ResponderEliminar
  5. creo que lo que diga el espantapájaros tiene algo de razón, yo te hacía así, reservado, sin demostrar mucho, buena persona.
    A mi esa imagen de ti me caía bien, ¿porque no la de tu hijo?

    ResponderEliminar
  6. Lo que diga.. (y Una gata)
    Antes que nada, no necesitas disculparte por tus palabras. ¿Cómo habrías de ofenderme, con esa delicadeza que dices las cosas?

    Puede que tengan mucha razón. Aunque yo, la verdad, no sabría definir cómo soy.
    Pero es posible que sí, que el vivir como vivimos, y el ser como soy, sea lo que ha llevado a mi hijo a ser como es. Es incluso muy probable que sea un reflejo de mí.

    Pero no es que me queje de él, ni me lamente por cómo es, es sólo que a veces duele verlo siempre así. ¿A qué padre no le gustaría ver a su hijo sonreír y ser feliz?

    Y a eso se reduce todo. A eso quería referirme cuando escribí este post.

    ResponderEliminar
  7. Agradezco los comentarios de todas.

    ResponderEliminar
  8. Pues yo estoy segura de que eso no ha tenido mucho que ver. Yo soy hija única. Excepto mi primo materno, con el que no tenía mucho trato, el siguiente niño de mi familia nació cuando yo ya tenía nueve años, así que poco pude jugar con él. De normal yo jugaba sola, o con adultos. Y me considero una persona bastante extrovertida y desde luego muy habladora. ¿Por qué somos como somos? Buena pregunta, pero no es tan simple como eso.

    ResponderEliminar
  9. Yo trataría el tema directamente con él, con delicadeza y comprensión, claro.
    Hay hijos únicos muy extrovertidos e hijos con hermanos más cerrados de carácter...Y en cualquier caso, los remordimientos o el sentimiento de culpa nunca arreglan nada. ;)

    ResponderEliminar

Sólo dilo, no te cortes...