08 octubre 2011

Nightmare...

Tuve un sueño, no muy agradable en realidad, antes de salir de vacaciones. Más que un sueño, una pesadilla, de la que no conseguía despertar.
Y es que no podía terminar bien, puesto que comenzó tan mal...  
El sueño comenzó encontrándome con ella.

Iba yo por la calle, y me la encontraba de pronto, sin aviso, sin manera de evitarla. Se veía como supongo que debe verse ahora. Vieja, cansada. Quise devolverme -que me hubiese visto no me importaba-, pero me volviese a donde me volviese, ahí estaba.
Hablábamos, o me hablaba, no recuerdo de qué, pero la conversación terminaba en que ella me decía que yo estaba enfermo, mucho. Que tenía cáncer.  Y que estaba mal. Y mientras esto me decía, yo iba sintiéndome realmente enfermo, me debilitaba, y ante mis ojos ella se veía mejor, más erguida, sonreía, y se veía más joven, volvía a ser la que era, la que había sido. Riendo, alegre, como entonces, me tomaba del brazo, y me llevaba...

Y de pronto ya no estábamos en una calle, sino en una casa que no era la mía, ni otra que conozca, y ella estaba a mi lado, siendo como era entonces (hace treinta años), y actuaba como entonces, disponiéndolo todo como entonces,  y puesto que yo estaba en cama, enfermo, haciéndolo todo para mí. Iba y venía, entraba y salía de la habitación, y yo veía agujas y sondas en mis brazos, y sangre en mi cama. Y ella hablaba y hablaba de nosotros...

Yo sólo quería salir de ahí, y pensaba en mi negrita buscándome, y no podía moverme ni levantarme. Por más que me esforzara, no conseguía incorporarme, me bañaba la transpiración, me ahogaba un calor sofocante, y nada podía hacer.

De pronto, todo cambió: ya no estaba acostado, sino de pié,  Tampoco estaba ella a mi lado, ni en una forma ni en la otra. Todo había desaparecido. Y ya no estaba en esa casa, sino en un lugar muy grande, algo como un enorme mercado, lleno de entradas y salidas, y buscaba cómo salir de ahí, pero cuando salía por una puerta, sólo me servía para volver a entrar por otra. Y aparecían más personas, que no conocía, pero que estaban dispuestas a ayudarme, y corríamos y recorríamos todo el lugar, subiendo y bajando escaleras interminables, que no llevaban a ninguna parte.


Ya no volvía a verla, ni temía encontrarla, pero me aterraba ver que hiciera lo que hiciera, no conseguía volver a casa...

En suma, uno de esos malditos sueños en los que uno despierta asustado, inseguro de todo, en que tienes que alargar la mano, y destapar a la mujer que está a tu lado, para asegurarte que sí, que es la misma, la correcta, la que debe estar ahí...

(Y sí, era...)

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10 comentarios:

  1. Ups, qué angustia... No había leído el post de tu historia con esa mujer... Qué vida!!

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  2. No me extraña no lo hubieras leído... es del tiempo en que nadie leía este blog. O casi.

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  3. Jajajaja... yo no pasé esa época porque obligué a mis conocidos a leerlo. Ahora lo leéis unas quince personas más ;)

    Tienes unas historias interesantísimas que contar. Y las cuentas muy bien!

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  4. ¿De quién es el cuadro?
    Lo he visto antes y no caigo...

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  5. Pseudo: El autor es M.C. Escher. El cuadro es una litografía llamada Relativity, creada en 1953.

    Sitio oficial: M.C. Escher

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  6. Cristina: El problema aquél surge cuando tú ya tienes un blog, que conocen tus conocidos, y te haces un blog que esperas que tus conocidos no lean...

    Y sí, lo que me sobra son historias que contar.

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  7. No sabes cuánto me arrepiento a veces de haber hablado de la existencia de mi blog a mis conocidos... qué boquita de piñón me gasto! A veces pienso en abrir otro, pero, claro, os perdería a vosotros...

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  8. Por favor, qué agobio, qué angustia... Tendría que darte un gustazo cuando te despertaste...

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  9. Cristina: Todo se puede hacer...


    Cristina PS: Ten por seguro que sí. Me costó convencerme que estaba todo bien.

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  10. Uf, que pesadilla. El pasado en el presente... Menos mal que al despertar, sólo estaba tu presente.
    Unbeso

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Sólo dilo, no te cortes...