12 octubre 2010

Vengan, balas...

.


Hoy no fue un buen día.
Es más,
hoy fue un día muy desagradable,
en el que recibí muy malas noticias.

De hecho, hace horas que tengo un fuerte dolor de cabeza,
a raíz de eso.

Por lo tanto, no era el día ni el momento más adecuado
para recibir -y aceptar- un comentario desagradable en mi blog.

Lo respondí de inmediato,
ya que nunca dejaré de responder un comentario.
Considero esto una muestra mínima de educación.
Lo siguiente que hice fue desactivar la opción
de hacer comentarios anónimos,
porque pienso que en esta vida hay que tener -mínimo-
el valor de dar la cara siempre.
Si quiere uno ser desagradable, pues tenga la decencia
de ser desagradable sin ampararse en un cobarde anonimato.

Sin embargo, luego lo pensé mejor,
y restauré los comentarios a como estaban.
¿por qué?
Porque no veo la razón para desactivarlos.
Son pocos, en realidad,
los comentarios recibidos en este blog
durante los tres años de vida que tiene.
Pero entre todos ellos, es la primera vez que recibo uno tal
[para todo hay una primera vez, dicen]
de modo que, ¿para qué darle tanta importancia?

Al fin y al cabo,
este anónimo puede ser alguien que tuvo un día tan malo como el mío,
y quería desquitar la rabia con alguien.
Y eso es muy comprensible para mí.
O bien, es simplemente una persona que gusta de ser desagradable.
Y en tal caso, ¿por qué ha de tener menos derecho a opinar?
No niego que me parece entretenida la idea
de tener a alguien que comente en forma periódica en mi blog.
Que las cosas que diga no sean agradables me tiene sin cuidado.
Después de todo,
soy un bicho con el cuero duro...

.

5 comentarios:

  1. Me encanta. Tu forma de ver esto, me encanta.
    La idea de ser un armadillo.

    Realmente, no creo que prohibir comentarios anónimos sea la solución, porque tal vez algún día venga un desconocido sin cuenta que quiera dejarte un regalo en forma de comentario y no pueda por culpa de un *sdasdfsdb* al una vez le dio por escribir (ya fuera por "maldad", por diversión, por malhumor...) una ofensa.

    Y además, por qué molestarse por una persona que a mi modo de ver es cobarde (no me importa la razón por la que lo puso, podría al menos 'dar la cara')? Ni la pena merece.

    ¡Un saludo!


    PD: Sí, mi adicción a Marg Helgenberger es... insana, cuanto menos xD

    ResponderEliminar
  2. PD 2: Ánimo con lo que sea que te haya hecho tener un mal día. Tómate una pastilla para el dolor de cabeza y otra -ésta que sea "imaginaria", en forma de algún placer que quieras darte- y a mirar el resto del día con una sonrisa!

    ResponderEliminar
  3. Hola, paseando por tu blog.

    El otro blog está abandonado?

    Tú no tienes la culpa de vivir, anótatelo en tu mente!

    Y, las balas, que te resbalen; y, como es tu blog, pues si quieres borrar algún comentario insultante, pues lo haces.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. sabes

    aqui donde vivo se come el armadillo casualmente este fin de semana pasado capturaron uno y lo devoraron, al ver tu entrada solo recorde eso cuando comieron en mi casa el armadillo

    del anonimo mejor ni hablamos.


    Toma algo para ese dolor pero a todo esto por que fue tan mal dia??

    ResponderEliminar
  5. Yunns: "Paso" de las pastillas, por prescripción médica no puedo tomarlas.
    Pero se agradece mucho el ánimo, ya que por estos días es lo que más falta... el dolor de cabeza proviene del cómo me trata la vida, Dios, el hado, el destino, mi karma o como se le quiera llamar...

    Fuego: ¡Cruz diablo! Mi antología jamás podría quedar abandonada. Es una de las cosas que más quiero...
    Es que la plantilla me quedó con un problema, que no aparece la fecha de los post.
    Pero nunca lo abandonaría, hasta he puesto un banner en este blog.

    [lo de la culpabilidad aquella, me reservo el derecho a disentir...]

    ...mio:Por acá ya no quedan. Los convirtieron en charangos hace muchos años...
    ¿Recuerdas lo de mi brazo? El mal día es por eso. Mi empresa me informó que me daba la espalda, y que tendré que arreglármelas solo. Puedo conseguir los US$5.000 que costaría la operación y la recuperación, pero no tendría luego cómo pagarlos, y para deudas ya tengo suficientes, de modo que tendré que volver a trabajar como sea.
    Lo dicho, vengan balas...

    ResponderEliminar

Sólo dilo, no te cortes...